Soner Duman
Traducción: Bera Haşim
Hay muchas situaciones en la vida que los seres humanos no pueden entender.
Por ejemplo, las personas no fueron creadas bajo los mismos aspectos de prueba y exámen. Algunos tienen bendiciones como salud, riqueza, belleza, familia, convivencia con parientes, mientras que otros están entrelazados con condiciones duras como la enfermedad, pobreza, algunos defectos físicos, pérdida de miembros de la familia y expatriación.
Aunque tener una bendición parece una ventaja a simple vista, hay una perspectiva diferente que nos puede hacer cambiar de opinión:
Cuantas más bendiciones tengas, más miedo tendrás de perderlas.
Si estás sano, tendrás miedo a perder tu salud algún día, sufrir una enfermedad sin poder encontrarle cura o tener que ingresar en hospitales durante mucho tiempo, incluso si tiene una cura.
Si eres rico, tienes miedo de caer en la pobreza algún día, perder tu hogar, tu auto, la vida cómoda en la que te encuentras.
Si estás con tus seres queridos, tendrás miedo de perder uno de estos seres queridos algún día.
Si todos estos miedos alcanzan límites extremos, pueden llevar a las personas a crisis psicológicas y hacer la vida insoportable. El hombre comienza a vivir con el miedo a que "me pase algo".
¿Pero qué pasa con aquellos que no tienen una bendición?
Aunque esto parece una desventaja a primera vista, viéndolo desde otra perspectiva cambia nuestra apreciación:
Cuanto más lejos estén de ti las bendiciones, más esperarás lograr.
Si está enfermo, esperas recuperar tu salud algún día. Hay muchas personas que están en la cama en este momento, con la esperanza de que algún día se levanten y caminen.
Si eres pobre, esperas sentirte cómodo algún día. Si vives sin techo, esperas tener una casa donde poner tu cabeza. Esperas que algún día tengas un automóvil que te relaje y levante los pies del suelo al entrar y salir de autobuses y minibuses llenos de gente. Si tienes deudas, esperas que algún día te sientas cómodo pagando tus deudas.
Si estás lejos de tus seres queridos y estás en la tierra de expatriados, esperas que algún día el expatriado llegue a su fin.
Todas estas esperanzas te mantienen vivo, te conectan a la vida, dan alegría a la vida.
Por eso:
Gracias a esta esperanza, la persona que carece de muchas bendiciones está muy feliz con las personas que tienen bendiciones extremadamente grandes.
Debido a esta esperanza, una persona pobre puede ser más feliz y estar más cómoda que un residente en su casa con piscina.
La persona acostada en su cama en la habitación del hospital puede ser más feliz que cualquiera que esté acostada en una cama de plumas en su casa debido a esta esperanza.
Si tienes una bendición en tu mano, trata de mantenerla en tus manos. "¿Cómo puedo hacer esto?" te preguntarás, mira lo que nuestro Señor está diciendo:
"Recuerda, tu Señor te ha dicho: si estás agradecido, seguramente te aumentaré (mis bendiciones), y si eres ingrato, ¡mi castigo es indudablemente severo!" (Ibrahim, 7)
Entonces, si estás agradecido, darás un paso para mantener la bendición en tus manos. Afortunadamente, un pájaro es su jaula.
Si se te priva de bendición, se paciente y espera sin rebelarte contra Allah.
Ya sea estando relajado o apretado, da gracias a Dios y nunca dejes la paciencia. Si lo haces, la existencia y la estrechez se vuelven buenas para ti. Mira lo que dijo el Mensajero de Allah (que la paz y bendiciones de Alah estén con él):
"¡Qué asombrosa es la situación del creyente! Todas las situaciones con las que se encuentra son buenas para él y esto es exlusivamente para el creyente. Si encuentra una bendición la agradece y si encuentra una desgracia se pacienta". (Muslim, Zühdve'r-rekâik, 13.)
Que nuestro Señor nos permita ser de aquellos siervos que agradecen en la prosperidad y aguantan en la adversidad, para conseguir su complacencia.
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